No sé en qué momento comencé a recibir el boletín del Instituto Naval Browniano en mi correo, pero sí sé que fue como recibir noticias de un viejo amigo. Porque siempre quise mucho a la Revista del Mar, su órgano de difusión, de la que tengo muchos números en mi biblioteca. Escribí hace unos años un librito de poemas históricos sobre acontecimientos, fechas y próceres. De él tomé el soneto al Almirante Brown, enfocado al ocaso de su vida en la Casa Amarilla de la Boca, y la gente del Instituto tuvo al amable gesto de publicarlo en la sección "tributos" de su sitio oficial, donde se puede leer.
SONETO AL ALMIRANTE BROWN
Está en su viejo hogar el almirante
viendo como la vida se desliza,
los recuerdos maniobran con las drizas
y su fragata siempre va adelante.
La mar de los bravíos navegantes
se inclina ante el color de su divisa,
el río canta con la voz de Elisa,
Buenos Aires ya no es como era antes.
El almirante siente que su hora
final está muy cerca, mas gallardo
a su encuentro definitivo sale.
Y se abraza de nuevo con Espora,
y lo aguardan Bouchard con Azopardo,
lo invita a bordo el coronel Rosales.
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