Los últimos días del mes de abril recibí una carta de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Punta Alta firmada por su titular, Fernando Quiroga, informándome que había sido elegido "Escritor Meritorio" para el premio Néstor Francischelli de Cultura 2009.
Recibí algunos premios muy importantes como el de Castilla la Mancha, en medio de los festejos del bicentenario de las luchas por la independencia del pueblo español, o el de Cocentaína, Alicante, en torno a una celebración que tiene siglos de antiguedad en esa localidad, pero ninguno fue tan emocionante para mi como éste. Este premio tiene que ver con mi ciudad natal, con mis amigos, mis vecinos, mis compañeros de trabajo. Esa noche, en el Teatro Colón, sentí lo que siento cada vez que me pongo a escribir un poema o un cuento en un rincón de casa: que la palabra es la herramienta mas bella que tenemos los hombres.
Vuelvo a agradecer al director de Cultura Fernando Quiroga, al jurado, a mi familia y a toda Punta Alta.
Siempre se plantea la cuestión si los premios son importantes o no para los escritores. Yo creo que sí. Son importantes en la medida que nos comprometen a mejorar, a crecer como personas y como artistas y a servir como modesto ejemplo para los mas jóvenes que sienten en la sangre el llamado de las letras.
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